Tras ocho años de mandato socialista, el Partido Popular tomó el poder en el Gobierno de la Diputación Provincial en un acto abarrotado.
Palacio de La Merced a rebosar. Nadie quería perderse el acto de toma de posesión de Arturo García-Tizón como presidente de la Diputación. Los invitados esperaban a la salida, en la escalinata y por fuera del salón de Plenos, ya que dentro no cabía ni un alma más. Y en medio de una atmósfera de expectación, pero también de orgullo y alegría, llegó la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que no dudó en acercarse a todos para saludar con la mejor de sus sonrisas. La acompañó en el acto la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, con la que después se trasladó rápidamente a Mérida para presenciar la toma de posesión de Jose Antonio Monago como nuevo presidente de Extremadura.
Sin embargo, no fueron las únicas. La lista de personalidades ilustres de Toledo que asistieron fue extensa y diversa. Desde el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, hasta el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, pasando por el director de la Academia de Infantería, Adolfo Orozco, o el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, así como múltiples diputados, senadores y representantes de algunas de las instituciones de la ciudad. Todos ellos vieron pasar solemnemente escoltados por los maceros, a los 27 miembros que a partir de ahora componen la Diputación.
Sin más dilación, el secretario general, Enrique Pita, formó la Mesa de Edad, con el más joven de los diputados, Angel Antonio Luengo Raboso, de tan sólo 28 años, y la mayor, Salomé Manzano Rodríguez, extremos en edad pero ambos miembros del grupo socialista.
Poco después, todos los miembros de la institución provincial ya estaban prestando juramento —la inmensa mayoría, un total de 20—, o prometiéndolo —los siete restantes—. Ordenadamente, uno a uno, fueron pasando ante el ejemplar de la Constitución, unos sonrientes, otros nerviosos, y otros solemnes. Y no se hizo esperar la votación para la elección del presidente. Álvaro Gutiérrez Prieto se quedó con las ganas de conseguir el puesto que, previsiblemente, ya era del popular Arturo García-Tizón.
En su última aparición política oficial, por lo menos durante esta legislatura, José Manuel Tofiño, antiguo presidente de la Diputación de Toledo, le entregó a García-Tizón el bastón de mando y la medalla e insignia, no sin suscitar la sonrisa de los asistentes al comprobar los problemas al colocarle la medalla.
Un discurso con iniciativas
El nuevo presidente inició su discurso recordando su primera vez como parte de la Diputación, hace 32 años, y el momento político que vivió, del que declaró «lo orgulloso que me siento de pertenecer a esa generación que hizo posible el cambio constitucional y el actual modo de vida de los españoles y de haber puesto mi granito de arena».
García-Tizón se refirió a la actual situación de crisis y paro, y expresó su obligación de cumplir lo prometido para lo que aseguró «la más leal colaboración» con el Gobierno regional «en aras de conseguir el tan necesario empleo y crecimiento económico que esperan y necesitan los toledanos» y que, dijo, hace «extensivo a todos los representantes de las distintas instancias, civiles, militares y eclesiásticas».
Tampoco dudó en anunciar su disposición a un diálogo permanente con la oposición y su voluntad de realizar «cuantos esfuerzos sean necesarios para lograr los máximos acuerdos posibles», acuerdos, dijo, «indispensables en unos momentos tan críticos como los que estamos viviendo».
En la primera medida de su mandato, según anunció, dará a conocer exhaustivamente y en «el más breve tiempo posible» la situación económica de la Diputación para saber cuál es su punto de partida. A partir de ese momento, García-Tizón aseguró que negociaría con la oposición una nueva propuesta de organización de los servicios provinciales que, sin duda, será más simple ya que implicará una sola vicepresidencia en lugar de las cuatro que existen actualmente y, también, una reducción en el número de integrantes de la Junta de Gobierno, que pasarán de nueve a siete miembros.
En su discurso de investidura como máxima autoridad de la Institución provincial, también anunció que exigirá del equipo de Gobierno una reducción sustancial en el gasto corriente, «siempre que el estado de ejecución del presupuesto lo permita».
Por otra parte, García-Tizón explicó que, con el fin de liberar recursos destinados actualmente a satisfacer necesidades no estrictamente necesarias e indispensables, y ajenas en algunos casos al marco competencial de la Diputación Provincial, trabajará en la consecución de los acuerdos pertinentes con otras administraciones públicas y así lograr que la Corporación ejerza las competencias que legalmente le corresponden.
El fomento de las mancomunidades de servicios en los pequeños municipios será otra de las líneas a seguir por el nuevo presidente de los toledanos, quien ayer afirmó que es el paso previo a la «tan necesaria reducción de su número por agrupación de los mismos», que, tal y como aclaró, será de carácter voluntario.
Como punto final de su discurso, el presidente provincial criticó el reciente debate suscitado «por algunas fuerzas políticas de izquierda y nacionalistas» sobre la desaparición de las diputaciones provinciales por su supuesta obsolescencia, debate que casualmente ha aparecido tras la derrota del PSOE del 22-M, a lo cual García-Tizón respondió que las diputaciones no sólo tienen «expreso reconocimiento y atribución constitucional de competencias» por lo que sería necesaria una modificación de la Constitución, «lo que no parece posible ni factible»; sino que además, «no cabe la existencia de la provincia sin su órgano de gobierno y representación».
El nuevo presidente consideró la permanencia de las diputaciones como «indispensables» para los pequeños municipios, ya que son la base de representantes de los municipios que las integran. Aunque, eso sí, García-Tizón se mostró partidario de una reforma de la Administración para evitar la duplicidad de competencias, con una nueva descentralización en favor de los entes locales.
"TIZÓN CALCULA EN UN 20 POR CIENTO EL AHORRO DE LA DIPUTACIÓN CON LOS RECORTES"
El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón, presentó ayer en su primera rueda de prensa al frente de la institución el que será el nuevo organigrama del Gobierno provincial —como ya avanzó ABC— que, desde hoy mismo y solo cuatro días después de la toma de posesión del presidente, comienza en sus funciones con el objetivo de alzarse como «un Gobierno lo más austero posible», propiciando la creación de empleo y dotando de «una ayuda especial a los municipios a base de recortar los gastos que no sean estrictamente necesarios».
Estos nuevos recortes supondrán, según apuntó el presidente aunque avisando de la provisionalidad de la cifra, un veinte por ciento de ahorro en relación a las cantidades que manejaba la Diputación antes de la «era Tizón».
No obstante, García-Tizón remarcó que «será a la vuelta del verano», en el mes de septiembre, cuando se pueda concretar cómo y con qué criterios va funcionar el Palacio Provincial.
Nuevo organigrama
El nuevo equipo de Gobierno provincial se compondrá, como ya adelantó su presidente, de un único vicepresidente, Emilio Bravo, y un coordinador de las once delegaciones, Jaime Ramos, éste último con rango de vicepresidente. Ambos serán además presidentes de los dos consorcios provinciales, lo que evitará una nueva liberación para las arcas de la institución provincial.
Además, de los once delegados, cuatro formarán parte de la Junta de Gobierno, por lo que, junto a presidente, vicepresidente y coordinador, solo serán siete los miembros de la misma que estén liberados, es decir, que cobren un sueldo público, frente a los nueve del anterior Gobierno. Asimismo, la Junta de Gobierno se reunirá cada viernes, salvo el tercero de cada mes, que quedará reservado a la sesión ordinaria del Pleno.
Examen a los contratos
En cuanto a las pautas que va a seguir el nuevo Gobierno provincial para lograr la tan proclamada austeridad, Tizón manifestó que la primera medida que va a tomar al frente de la Diputación es «examinar en profundidad» si las últimas contrataciones laborales llevadas a cabo por su antecesor al mando, el PSOE, se ajustan o no «a la legalidad», pues se realizaron en el periodo de tiempo comprendido entre los comicios y la toma de posesión del nuevo Gobierno, y entonces la Corporación «sólo tenía funciones de administración ordinaria».
Que ésta sea la primera medida no es sorprendente, puesto que los populares ya venían anunciando que así lo harían desde que se proclamaron vencedores en las elecciones municipales en la provincia. Es por ello que García-Tizón aseguró que tiene «dudas» y «reservas» de que fuese legal en aquel momento que el PSOE pudiera «convertir contratos temporales en fijos».
Respecto a estos contratos, señaló, existe la posibilidad de su anulación de oficio, la declaración de lesividad de contratación, la anulación o rescisión de los mismos, o incluso su mantenimiento, añadiendo que no desecha ninguna de las posibilidades.
Ayuda a los ayuntamientos
Arturo García-Tizón mostró, además, su preocupación por «la situación tan angustiosa» en la que se encuentran los ayuntamientos de la provincia. Para ayudar a solventar la misma, avanzó que pondrán a disposición de los consistorios «un servicio de asesoramiento, no sólo jurídico», como ya existía anteriormente, «sino también económico y contable». Además, aprovechó para apuntar que «no vamos a solucionar en 24 horas la situación que los anteriores gobernantes han dejado en muchos años, pero pondremos las bases para ello».
FUENTE: ABC TOLEDO